Los 5 falsos mitos del plástico

Autor: Francisco Cárdenas

Se ha acostumbrado a mostrar el lado negativo de los plásticos como un residuo contaminante. Olvidándose así del rostro positivo de ellos como un material que atiende necesidades de forma funcional, eficiente y además es reciclable.

Según la científica y profesora en Ingeniería de Polímeros, Kim Ragaert, debemos de dejar de pensar en el plástico como residuo, deshacernos de la economía lineal y comenzar a transformarla en una economía circular, donde los recursos no salgan del ciclo de desarrollo continuo. Y es que, el plástico como cualquier otro recurso, no se puede descartar al medio ambiente y pretender que desaparezca por si solo sin repercusiones ni necesidad de un adecuado manejo de desechos.

Los plásticos poseen muchas ventajas, su alta resistencia, su ligereza y su poco consumo de energía a comparación de otros lo hace un recurso indispensable. Lo que conlleva a desmentir los falsos mitos alrededor de él. 

1.    El plástico en alimentos como un elemento contraproducente: Los empaques plásticos alargan el tiempo de vida de ciertos alimentos. Por ejemplo, las verduras, resisten de 11 a 26 días más con el empaque plástico en comparación a no tenerlo. 

Además de extender su duración, el plástico garantiza la seguridad alimentaria y sanitaria. Las últimas innovaciones han permitido diseñar envoltorios impermeables a las bacterias, incluyendo la listeria monocytogenes, presente tanto en la tierra como en el agua.

En cuanto a las emisiones de CO2, la capa plástica que envuelve a los alimentos evita el desperdicio de comida y reduce las emisiones derivadas de la producción de los alimentos, las cuales se podrían elevar hasta 5 veces más. 

2.    El plástico es dañino por provenir del petróleo: Si bien es cierto que la mayoría de plástico está hecho por petróleo, solo se utiliza del 4% al 6% del consumo total para elaborar dicho material. Además, por su 100% de reciclabilidad puede tener muchos usos posteriores. Por ejemplo, existen diversos productos como ropa, canastos y objetos de decoración elaborados a base de plásticos reciclados.

 3.    Las bolsas plásticas deben de ser erradicadas: Una bolsa plástica puede ser reutilizada hasta 20 veces. Si comparamos esta con una bolsa de papel para llevar el mismo peso, la bolsa de papel necesitaría 50 gramos del material a diferencia de la de plástico que necesitaría únicamente 20 gramos.

También, a esto se le agrega que la bolsa de papel requiere mucha más energía para producirse y reciclarse, además de tierra, agua y árboles. Generando un impacto mucho más grande que el de la bolsa de plástico.

Para poder equilibrar su impacto, se necesitaría reutilizar la misma bolsa de papel por lo menos 4 veces. Lo cual, según un estudio realizado por la Agencia de Medio Ambiente británica, es poco probable que una bolsa de este material pueda ser reutilizable las veces necesarias por su poca durabilidad además de no poder ser desinfectada y ser un medio para la proliferación de enfermedades por no ser un material inocuo.

Ahora si se compara la bolsa de plástico con una de tela, la segunda se debiera de utilizar por lo menos 173 veces para equilibrar su impacto en el medio ambiente.

4.    Los plásticos no son biodegradables, por ende, no se eliminan: Existen plásticos biodegradables y no biodegradables, según el uso final de su gestión.  Sin embargo, a pesar de que posean esta cualidad no significa que los mismos se degraden fácilmente. Ya que para llevar a cabo su proceso de compostaje se necesita un ambiente adecuado con las condiciones necesarias. Entonces ya sea un plástico biodegradable o no, requiere de un proceso de reciclaje apropiado. 

5.    La mayoría de basura que se genera es de plástico: Según el estudio sobre el Perfil Ambiental de Guatemala, publicado por el Instituto de Agricultura, Recursos Naturales y Ambiente (IARNA) de la Universidad Rafael Landívar y la Asociación Instituto de Incidencia Ambiental (IIA), el tipo de desecho que más se genera a nivel nacional se clasifica como agrícola y domiciliar, siendo en su mayoría materia orgánica (63%). Le siguen el papel y el cartón (14%), plásticos (8%), textil (4%), entre otros.

Debemos ser conscientes que Guatemala no cuenta con un manejo adecuado de desechos sólidos, por lo que el reciclaje y la educación ambiental es de carácter urgente. En el programa “Haz Tu Parte” que impulsa el sector de plásticos de Guatemala busca sensibilizar y divulgar como pilar fundamental el principio de las 3R: reducir, reutilizar y reciclar. Para así promover la gestión integral de residuos y desechos sólidos desde la comunidad.

Debemos de crear una cultura para la utilización, consumo y desecho responsable de los distintos materiales de descarte de nuestro diario vivir, además de abocarnos a la investigación científica y no dejarnos llevar por falsos mitos o juicios preconcebidos sin sustento, que ahora están al alcance de un click de desinformar a nuestra población.

 

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